Por qué el mercado navideño de Mónaco también es un paraíso para los niños

En el mercado navideño podrá pasear, comprar regalos caseros, tomar algo o picar algo... También es el lugar perfecto para los niños. Amplía las actividades.

Con un donut de Nutella en una mano y una guitarrita morada que acaba de ganar pescando patos en la otra, Evana está encantada. Con una sonrisa de oreja a oreja, esta nizarda de 7 años disfruta de su merienda con su hermano Eidan, de 11 años. Él también tiene las manos ocupadas, pero con churros.

Al igual que su hermano mayor, Evana está encantada de pasear por el mercado navideño de Mónaco en este jueves festivo. Acompañados por sus padres, los hermanos vienen directamente de Niza. "Hacía mucho tiempo que no íbamos a Mónaco", dicen los padres, Estelle y Nicolas.

La crisis sanitaria les había privado de esta oportunidad en los últimos años, pero siempre han disfrutado viniendo al mercado navideño con su familia. Hay que decir que es un pequeño paraíso para los niños.

En primer lugar, no hay una, sino varias atracciones. La tradicional de madera con caballos y carrusel, por supuesto, pero también para los más pequeños: las bolas de Navidad en el árbol en las que los niños (y los padres) pueden deslizarse o los renos de Papá Noel. Para los más aventureros, el tobogán y la pista de patinaje también garantizan unas cuantas risas.