Hecho en Christian Louboutin en Mónaco

Al convocar el espíritu de los locos años veinte, infundido en la imaginación de Christian Louboutin, el evento benéfico pasó una nueva página en su estilo y en su público el viernes por la noche.
Buen pie, buen ojo. El viernes por la noche, el Bal de la Rose, de 68 años de antigüedad, se renovó.

Con el diseñador Christian Louboutin como nuevo director de orquesta, el acto benéfico iniciado por la Princesa de Hannover se celebró en una versión revisada.
Los fundamentos se mantuvieron: 

14.000 rosas perfumaron el interior del Summer Sporting, todo Mónaco se vistió de gala y los equipos de la Société des Bains de Mer habían confeccionado un menú de cinco actos con caviar imperial, soufflé de rodaballo, ternera bajo la ceniza y pavlova de fresas silvestres.

Pero detrás del clasicismo de una noche de gala, había un perfume de novedad. Como la exitosa canción I feel love, que sonaba desde la entrada mientras los invitados desfilaban por una reluciente alfombra roja. Pisado por el Príncipe Alberto II, la Princesa Carolina y su familia, entre otros.